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En estos días, vemos que algunos de los cardenales conservadores se fortalecen en su resistencia contra la agenda progresista que se promueve dentro de la Iglesia Católica. Hace apenas unos días, el cardenal Gerhard Müller llamó al concepto de "homofobia" un "instrumento de dominio totalitario"; El cardenal Walter Brandmüller acaba de oponerse a quienes insisten en reclamar sacerdotisas.
Y ahora viene el Cardenal Robert Sarah, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. En su homilía de ayer, domingo de Pentecostés, discutió el tema de la ordenación de viri probati (los llamados hombres casados moralmente probados), advirtió contra eso y lo llamó una "violación de la Tradición Apostólica".
Según un informe de la página web católica austríaca Kath.net, el cardenal Sarah celebró la gran misa pontificia en Chartres, Francia, al final de la peregrinación a Chartres, y pronunció una homilía. En esta homilía, dijo:
Queridos hermanos en el sacerdocio, conserven siempre esta certeza: ¡estar unidos a Cristo en la cruz, porque el celibato sacerdotal da testimonio de esto en el mundo! El proyecto, como lo han retomado algunas personas, para separar el celibato del sacerdocio, administrando el Sacramento de la Ordenación Sacerdotal a los hombres casados ("viri probati") - por "razones pastorales o por ciertas necesidades", según dicen- conduce a graves consecuencias y a una ruptura definitiva con la Tradición Apostólica. Entonces estableceríamos un sacerdocio según los criterios humanos, pero no continuaríamos el sacerdocio de Cristo: obediente, pobre y casto. De hecho, el sacerdote no es solo un "alter Christus" [otro Cristo], sino que es verdaderamente "ipse Christus", ¡Cristo mismo! ¡Por lo tanto, el sacerdote que en la Iglesia sigue a Cristo siempre será un signo de contradicción!
Con estas palabras, el Cardenal Sarah ha dado una fuerte señal de resistencia contra la posible decisión de ordenar hombres casados en la región de Amazonas, como algunos -como el Cardenal Beniamino Stella-, han pronosticado recientemente para el futuro cercano.
Además, el Cardenal Sarah ya ha tomado una posición clara contra cualquier intento de establecer una forma de intercomunión en la Iglesia Católica. Recientemente escribió en un prefacio para un libro:
La intercomunión no está permitida entre católicos y no católicos. Debes confesar la Fe Católica. Un no católico no puede recibir la Comunión. Eso es muy, muy claro. No es una cuestión de seguir tu conciencia.
El Cardenal Sarah luego agregó:
No es un deseo personal o un diálogo personal con Jesús lo que determina si puedo recibir la Comunión en la Iglesia Católica. ¿Cómo puedo saber que el Señor realmente ha dicho: "Ven y recibe Mi Cuerpo". No. Una persona no puede decidir si puede recibir la Comunión. Él tiene que tener la regla de la Iglesia: es decir, ser católico, estar en un estado de gracia, estar casado correctamente [si está casado].
Estas recientes y alentadoras declaraciones provenientes de los prelados de alto rango son muy necesarias, especialmente a la luz de la continua descomposición de la fe católica bajo el liderazgo del Papa Francisco. El Papa acaba de causar otro revuelo al ser citado diciendo a un homosexual que "Dios te hizo así y te ama así y no me importa".