María Ferraz
Otro discurso* feminista mal disimulado de Bergoglio, esta vez sobre la Iglesia.
Sí, la Iglesia es Madre pero sobre todo es el Cuerpo Místico de Cristo, y su jerarquía, la que lo mantiene compacto y seguro en la fe, la que cura sus heridas absolviendo sus pecados y alimentándolo con la Palabra y el Pan del Cielo que ella consagra, esa jerarquía que lo sostiene firme en su estructura (o así está pensado), está compuesta de varones. Pero la deriva filofeminista de Francisco, partidario de la paridad de cuotas de mujeres, y a las que está nombrando en campos y cargos eclesiales antes sólo destinados a varones, se pone otra vez de manifiesto, asociando esta jerarquía -masculina por orden de Dios- con los "solterones" o con un equipo de fútbol.
Como siempre, saca las cosas de quicio apoyándose en verdades (la importancia de la Virgen, de la maternidad de la Iglesia) para denostar, en este caso, `lo masculino´, que para él carece de fecundidad.
¡Vaya despropósito!, pues la fecundidad del sacerdote-varón, que es otro Cristo al actuar en Su nombre, consagrando y perdonando nuestros pecados, no tiene parangón ni puede ser superada por todas las madres del mundo ni por una montaña de la ternura falsificada bergogliana, porque, ademas, el pseudo papa se atreve a decir que "sin la mujer la Iglesia no va adelante."
¿Olvida Bergoglio la importancia de una sola Misa celebrada por un sacerdote-varón?
1. La Misa es la continuación del Calvario.
2. Cada Misa vale tanto como la vida, sufrimientos y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ofrecidos en sacrificio.
3. La Santa Misa es el acto de desagravio más poderoso para expiar los pecados. (...)
7. Al asistir devotamente a la Santa Misa, se rinde el más grande homenaje a la Sagrada Humanidad de Nuestro Señor.
8. En la Santa Misa, Nuestro Señor Jesucristo ofrece expiación y desagravio por muchas omisiones y negligencias nuestras.
9. En la Santa Misa, Jesucristo perdona los pecados veniales que todavía no se han confesado. Además se disminuye el poder de Satanás sobre el alma.
10. Al asistir a la Santa Misa se proporciona a las almas del Purgatorio, el alivio más grande que sea posible.
11. Una Misa bien oída durante la vida, será de más provecho al alma, que muchas que se ofrecieran para su reposo después de la muerte.
12. Por asistir a Misa, el alma se preserva de peligros, desgracias y de calamidades, que de otro modo hubieran sucedido. Además, se abrevia o reduce la duración de su Purgatorio.
13. Cada Misa bien oída obtiene para el alma un grado más elevado de gloria en el Cielo.
14. En la Misa se recibe la bendición del sacerdote que Nuestro Señor ratifica en el Cielo.
15. En la Misa se arrodilla entre una multitud de los santos ángeles, que están presentes en actitud de profunda reverencia, durante el sacrificio adorable de la Santa Eucaristía.
16. En la Santa Misa se reciben bendiciones para todos los bienes y empresas temporales.
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*Dice Bergoglio:
“La Iglesia es mujer y mamá. Triste una Iglesia de solterones, toda masculina”
«Lo importante –recordó el Papa– es que la Iglesia sea mujer, que tenga esta actitud de esposa y de madre. Cuando olvidamos esto, es una Iglesia masculina, sin esta dimensión, y tristemente se convierte en una Iglesia de solterones, que viven en este aislamiento, incapaces de amor, incapaces de fecundidad. Sin la mujer la Iglesia no va adelante, porque ella es mujer. Y esta actitud de mujer le viene de María, porque Jesús así lo ha querido».