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En un discurso en Cambridge (Inglaterra), pronunciado el 9 de febrero, el cardenal de Chicago, Blase Joseph Cupich, afirmó que los dos Sínodos sobre la Familia (2014, 2015) votaron todas las propuestas con una mayoría de 2/3 y en la mayoría de los casos casi en forma unánime.
En realidad, la proposición clave controvertida respecto a la Comunión para los adúlteros no obtuvo la mayoría necesaria de los 2/3 en octubre de 2014. Sin embargo, el papa Francisco insistió en mantener la proposición rechazada en el documento sinodal.
En octubre de 2015 el voto de los padres sinodales solicitó la “posibilidad de una participación más plena” de los divorciados que se han vuelto a casar en la vida de la Iglesia, pero no se dijo nada de darles la Santa Comunión.
Cupich agregó que el papa Francisco ofreció en Amoris Laetitia “un nuevo camino”, llamando a esto “un giro fundamental en nuestro acercamiento ministerial que es nada menos que revolucionario”.