Reina de la belleza mexicana se hace monja


El Universo
Fue reina de belleza de su ciudad natal el año 2016, pero cambió el camino que la hubiera podido llevar a participar en el Miss México y Esmeralda Solís Gonzáles lo dejó todo para ingresar al noviciado de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento.
Su historia se conoció hace unos días a través de una publicación en la página de Facebook de Miss México.
La joven mexicana nació el 12 de abril 1997 en Valle de Guadalupe, Estado de Jalisco. Para ir al convento no solo dejó a su familia sino también sus estudios de nutrición.
Actualmente reside en el convento de la Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento de Cuernavaca, en el Estado de Morelos.
“Realmente no se sabe qué es la vida religiosa hasta que se está dentro. Hasta ahora he logrado ver desde otra perspectiva lo que es el mundo y lo que te ofrece. Yo era muy feliz con todo lo que tenía, pero no se compara con la felicidad que Dios coloca en mi corazón ahora”, recoge un artículo del portal católico ACI Prensa.
La joven postulante se vinculó a las misioneras clarisas hace unos cinco años, donde se despertó su inquietud por la vocación religiosa “por medio de jornadas vocacionales, misiones y campamentos”.
“Los tiempos de Dios son perfectos. Durante este tiempo (de discernimiento) se me permitió vivir algunas experiencias como ser reina de belleza y otras más, que dejaron una huella para siempre y que me permitieron aprender mucho para lo que viene después”. El pasado 25 de marzo de 2017 dio el primer sí a su vocación en el día de la Virgen de la Encarnación.
Esmeralda aseguró que siempre estuvo presente en su vida, como una “espinita”, el descubrir la vocación a la que había sido llamada.
Las misioneras clarisas trabajan en clínicas y dispensarios, catequesis, grupos de jóvenes, guarderías y colegios, residencias universitarias, casas de ejercicios espirituales, misiones, entre otros,