Jesús: Mis sacerdotes no reconocen al agente de Satanás





Ven (...), rodéate de Mí, siempre, a todas horas. 

No dejes para después el unirte a Mí porque lo necesito. ¿No ves cómo se pierden las almas sin que nadie haga nada por detenerlas? ¿Crees que Me puedo fiar de Mis elegidos, Mis sacerdotes, que hoy, mayoritariamente siguen al impostor y son incapaces de reconocer en él a un agente de Satanás?

Y si no conocen la verdad, ¿cómo van a poderme ser útiles, si vacilan en acoger lo que Yo revelé y, en cambio, se lanzan a adoptar las creencias heréticas que salen de la boca del falso profeta?

Oh, grande es mi aflicción, porque ni siquiera los del O. D pueden ver más allá de sus narices, llamando a cada cosa por su nombre, y el error no es reconocido como tal sino que se inventan excusas para acogerlo y hacerlo compatible con la doctrina cristiana, cuando eso es totalmente imposible.

El que está sentado en la Silla de Pedro hará por todos los medios posibles que Mis ovejas se extravíen, al menos en una parte, y la excusa será que todo puede hacerse porque Dios es la Misericordia y comprende y perdona; cuando no se ha abandonado la intención de seguir pecando.

Pero tú ves como ni siquiera aquellos cuatro cardenales que prometieron corregir al "papa" lo han llevado a cabo, siendo así que la corrupción de Mis Enseñanzas sigue imparable hasta cumplir acabadamente su misión: robarme almas.

Por eso te pido que no bajes la guardia y prosigas en tu camino de descubrir las verdaderas intenciones del impostor y puedas así abrir la mente de muchos a la verdad real: que Satanás ha tomado la sede de Pedro para echar abajo Mi doctrina y sustituirla por otra, satánica, disfrazada de falsa compasión que todo lo tolera a los ojos de Dios.

Pero pocos se darán cuenta de la tergiversación, y es entonces cuando vosotros, los que sabéis la verdad debéis proclamarla por todos los medios a vuestro alcance. Sólo así, más y más almas descubrirán la verdad y podrán zafarse de las garras del maldito que ha usurpado el cargo de vicecristo en la Tierra.


Pero ahora todavía no es tarde para llamar la atención de las almas si hacéis un supremo esfuerzo por combatir el error.

Ven, mi amada. Te bendigo para fortalecerte en tu misión de dar a conocer la verdad.

Ámame tu también como Yo te amo,

soy tuyo,

Yo, tu Jesús



Mensajes a un alma mística, octubre 2017