S. Magister y el terremoto en el Instituto sobre Matrimonio y Familia



El terremoto que cambió la cara a la Pontificia Academia para la Vida ha golpeado también al Instituto de Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, creado por Juan Pablo II y con el teólogo y luego cardenal Carlo Caffarracomo su primer presidente.
Desde hoy este histórico Instituto ha sido anulado y sustituido por otro Instituto con un nombre diferente.
En efecto, así se lee en el artículo 1 del Motu Proprio "Summa familiae cura" publicado esta mañana, con el que el papa Francisco "ha puesto la firma" al viraje:
"Con el presente Motu Proprio instituyo el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia, el que, vinculado a la Pontificia Universidad Lateranense, sustituye al Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, establecido por la Constitución apostólica 'Magnum Matrimonii sacramentum', el que por lo tanto deja de funcionar".
Están despedidos, en consecuencia, todos los docentes del difunto Instituto, mientras conservan su cargo el actual gran canciller Vincenzo Paglia y el presidente Pierangelo Sequeri, cuyo nombramiento por parte del papa Francisco ha sido hace un año el preludio del actual cataclismo.
Los dos acompañan la publicación del Motu Proprio con una nota que subraya el "involucramiento directo" del Papa, quien – siguen diciendo – "confía la tarea de modelar las reglas, las estructuras y la operatividad del nuevo Instituto teológico" a las mismas "autoridades académicas del histórico Instituto Juan Pablo II", esto es, justamente, precisamente a ellos dos y no a otros.
Al describir el "más amplio horizonte" en el que deberá moverse el Instituto, Paglia y Sequeri remiten, naturalmente, a "Amoris laetitia", pero también a "Laudato si'" y al "cuidado de lo creado".
Queda ahora por ver quiénes serán los docentes del nuevo curso, quiénes serán reconfirmados y quiénes no, tanto en Roma como en las otras sedes de todo el mundo.
Así también se verán qué destino tendrán las últimas publicaciones del difunto Instituto, especialmente ese "Vademecum" sobre la recta interpretación de "Amoris laetitia", el cual es visto como la peste de los paladines de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.