Una historia en la China comunista



En la Facultad de Medicina de la Universidad de Shanghai (China) a principios del año 1951, las autoridades comunistas, enteradas de la firmeza demostrada por los estudiantes católicos (aproximadamente unos 160), habían enviado a agentes del partido con la misión de re-educarlos. Como durante meses no notaran nada, los militantes ateos empezaron a desalentarse.
Pero un día, dos católicos, delante de todos sus camaradas, anunciaron que iban a renegar la fe de su bautismo. Una estudiante, además, se sacó el rosario de su bolsillo y lo arrojó en medio de la sala. El rosario fue a caer cerca de una estudiante católica, quien lo recogió sin ser vista. La estudiante decidió romper el rosario para dar una cuenta a cada uno de los Legionarios de María de su grupo.
“Guarden preciosamente estas cuentas —les dijo—, ya que si sabemos rezar la Santísima Virgen hará un milagro.”
Durante tres meses fueron fieles a su piedad. Un día la muchacha apóstata se presentó delante de todos los miembros de la Legión de María y, visiblemente afectada, les rogó su perdón. Cada uno del grupo trajo la cuenta que se le había dado, y con un hilo reconstituyeron el Rosario profanado, que entregaron de vuelta a la legionaria arrepentida.
La Santísima Virgen había hecho el milagro…