Los 4 cardenales deben insistir





Dijo el vaticanista Ed Pentin en diciembre: De fuentes solventes se sabe que Francisco ha pedido a varios de sus aliados que apoyen Amoris Laetitia y ataquen a la Dubia y a los 4 cardenales







Padre Hunwicke: Absurdidades anticatólicas que necesitan ser resueltas rápidamente


(...)Algunas Conferencias y Obispos han emitido declaraciones entendidas en el sentido de que los impenitentes (divorciados recasados) pueden, en virtud de Amoris laetitia, recibir los Sacramentos. Sin embargo, otras conferencias, como la de Inglaterra y Gales, han sido manifiestamente incapaces de ponerse de acuerdo entre ellas. Está claro que el Episcopado Universal no está unido tras de la interpretación "alemana" liberal de Amoris laetitia. Muy al contrario.
Es un absurdo profundamente anticatólico que necesita ser resuelto rápidamente. De hecho, si una de las parroquias del Ordinariato del obispo Lopes en América estuviera geográficamente dentro de una diócesis "liberal", Cupichóide (del obispo Cupich), la disonancia entre los dos en doctina y disciplina sería aún más absurda.

El tiempo ha llegado para que los Cuatro Cardenales, que intervinieron el año pasado con su Dubia, vuelvan a revisar la pregunta. Y el tiempo para que -los obispos, sucesores de los apóstoles según la enseñanza de León XIII y del Vaticano II y no simples vicarios del Romano Pontífice-, hablen con valentía, claridad y unanimidad. Y para el clero, laicos y académicos que hagan lo mismo. Recuerden que, en el apogeo de la crisis ariana, no fue entre los obispos o incluso en Roma que la fe fue más visiblemente preservada y defendida. Recuerden la enseñanza cuidadosa y lúcida del beato John Henry Newman, amado Patrono de nuestro Ordinariato inglés, sobre el Suspenso del Magisterio.

Audacia en el testimonio de la Verdad, una virtud que alguna vez fue (hace sólo un par de años ... parece una eternidad, ¿no?) tan incesantemente usada por el actual ocupante de la Sede Romana , es ciertamente una obligación para todos los fieles católicos.

Cuanto más hablen con audacia, más difícil será para esos individuos soportar una presión engorrosa.