El Rosario no es opcional





Esta es parte de una transcripción editada de la disertación del Padre Perez sobre el Santo Rosario en el Congreso del Centro de Fátima: 

En las apariciones verdaderas, Nuestra Señora, o quien es enviado desde el cielo, no derrocha palabras, ni las usa vagamente.

En Fátima, en la más relevante y apremiante aparición de nuestros tiempos, Nuestra Señora se presentó ella misma a tres niños pastores y dijo “Yo soy la Virgen del Rosario“.  No fue sin motivo que ella eligió esas palabras. ¿Por qué ahora eligió ese título? De los ciento diecisiete títulos que Nuestra Señora ha asumido a través de la historia de la Iglesia, ¿Por qué ella misma ahora se presenta, en nuestra época moderna, como la Virgen del Rosario?
En pocas palabras, cada uno de nosotros, nuestras familias, nuestras ciudades, nuestras naciones, nuestra Iglesia y de hecho todo el mundo necesita del Rosario ahora más que en cualquier otro momento de la historia. El Rosario no es sólo una devoción que podamos tomar o dejar. Sabemos esto a partir de las palabras de la misma Madre de Dios. Según las palabras de Sor Lucía (que puso por escrito): “las personas necesitan rezar el Rosario todos los días”. 

Nuestra Señora lo repitió en todas las apariciones. En todas las apariciones de Nuestra Señora de Fátima en 1917 ella dijo muchas cosas. Pero, sobre todo, ella dijo: “todas las personas deben rezar el Rosario todos los días”.

Ahora bien, están aquellos que pueden disentir, pero creo que resulta que cuando la Madre de Dios se le aparece y le dice de hacer algo, usted realmente debería hacerlo; sea rezar el Rosario o consagrar Rusia a su Corazón Inmaculado. 

Debemos rezar el Rosario todos los días 

Si la Madre de Dios nos da una orden que viene del trono de Dios en el cielo, no somos libres de rechazarla. Se vuelve esencial en ese momento. Y Nuestra Señora ha indicado claramente que debemos rezar el Rosario todos los días. Esto es una orden. Esto no es algo periférico. Esto no es algo que podemos tomar o dejar.

No es tampoco una necesidad casual. No es cuestión de decir: bueno, ya vamos al Cielo, pero que si rezamos el Rosario obtendremos un poco más de gracia y eso nos ayudará con algo. No. No tenemos sólo una necesidad casual de Nuestra Señora del Rosario, por el contrario tenemos una necesidad urgente y desesperada. Ella se nos apareció simplemente para decirnos esto. Y darnos a su hijo, esperanza en estos últimos tiempos. 


Quiero concluir con una cita de los escritos de San Luis María Griñón de Montfort que se encuentra en su gran obra El secreto del Rosario. 

Debería ser de gran aliento para todos nosotros. Él dice: “Si reza el Rosario fielmente hasta la muerte, le aseguro que a pesar de la gravedad de sus pecados recibirá la corona de gloria que no se marchita. Aún si se encuentra al borde de la condenación, aún si tiene un pie en el infierno...” Mis queridos compañeros sacerdotes y obispos, esto se aplica a nosotros en particular, porque de aquellos que más se les ha dado, más se les pedirá. Me doy cuenta cada día que mi pie puede estar tal vez al borde del precipicio, a causa de la gran responsabilidad que conlleva mi sacerdocio.  De modo que esto se aplica más a nosotros que a cualquier otro.


Recuerden que San Juan Crisóstomo decía que “el infierno está pavimentado con calaveras de obispos” y esto es en razón de que los sacerdotes y obispos tienen una responsabilidad tan grande. San Luis María continúa: “incluso si usted está ahora al borde de la condenación, incluso si está con un pie en el infierno, incluso si ha vendido su alma al diablo, antes o después usted se convertirá. El cielo enmendará su vida y salvará su alma si usted reza el Rosario devotamente cada día de su vida”.